El porcentaje de la población mundial que vive en ciudades supera desde hace pocos meses al de la población rural. La crisis energética, las demandas de los desplazamientos al interior de la ciudad y los cambios en el equilibrio entre suelos urbanos y no urbanos vuelven a poner sobre la mesa la necesidad de un desarrollo que permita balancear calidad de vida y costo económico, social y ambiental asociado a ella.
Este número revisa un conjunto de proyectos de vivienda colectiva, de diferentes formatos y presupuestos, que comparten la búsqueda por una habitación urbana, apostando por una vía distinta a la casa suburbana. En Chile se presentan proyectos de viviendas de 36 m2, una torre de alta densidad en un área de renovación urbana en Santiago; obras con unidades de 140 m2, o proyectos de mediano formato con lofts, así como torres con departamentos de gran superficie.
Dos ejemplos sudamericanos amplían la visión sobre la vivienda colectiva: un edificio en una zona de densidad media y fachada continua en Buenos Aires y otro en México, que se estructura a la manera de las vecindades tradicionales incorporando al conjunto una casa que es monumento patrimonial.
Las obras incluyen plantas en escala 1: 250 con indicaciones de áreas de servicio, terrazas y circulaciones, para facilitar la lectura y comparación entre proyectos (extracto editorial).