Liernur siempre nos sorprende al realizar preguntas extemporáneas: ¿quién hubiese imaginado que De Re Aedificatoria [DRA] pudiera revelar algo sobre un tema clave de los estudios culturales de hoy como la ‘otredad’?
Para responder a esto, el autor cruza tiempos muy diferentes: el pasado elegido por Alberti, con Vitruvio como su protagonista; el presente de Alberti, en las conflictivas décadas que conducen al ocaso de las ciudades libres; y también, en sordina, nuestro propio presente. La configuración de los tiempos resulta un tema clave para comprender a los ‘otros’ de Alberti. En el mundo humanista comienza a delinearse una concepción de la historia que, con matices, aún compartimos: la metodología crítica de lectura filológica que Valla puso a punto en su discurso sobre la donación de Constantino; la noción de que las culturas viven y mueren dejando trazos que apenas podemos entender (como los libros de Vitruvio). No fue hasta los tiempos de Alberti en que se asentó el relato de la ‘edad oscura’ que separaba drásticamente el viejo imperio occidental de la contemporaneidad (el término ‘medioevo’ se le atribuye a Flavio Biondo). En suma, la historiografía edifica desde entonces la técnica de distanciamiento con los pueblos del pasado. Si, tal como bellamente escribió L. P. Hartley, “the past is a foreign country”, no resulta forzada la afirmación de que Vitruvio es ‘un otro’ de Alberti, un extranjero.
Tal como Alberti, Liernur revisará al extranjero Vitruvio preguntándose quiénes eran ‘sus otros’, concluyendo que, en el mundo de la Pax Romana, los múltiples pueblos nombrados en los Diez Libros no son extraños sino más bien una parte indispensable de un complejo ‘nosotros’. El contraste con las maneras en que otras culturas y pueblos aparecen en DRA es notable. Alberti borra o desdeña en los ejemplos arquitectónicos toda marca germana, franca, árabe, bizantina, junto con los monumentos de la ‘arquitectura moderna’. Sobre esta constatación Liernur edifica su hipótesis: Alberti excluye ‘lo otro’ de algo que apenas está en ciernes: la ‘italianidad’. Leída a la luz de textos contemporáneos que exhuma, como por ejemplo De Europa de Piccolomini, Italia se ‘proyecta’ para definir “un espacio político y cultural ‘occidental’”, un “tipo de civilización”. Italia es pues un ‘proyecto’, al ser ubicada como el corazón de Europa.