Hay un argumento muy conocido según el cual la cabaña primitiva de Laugier aboga por la continua evolución del lenguaje arquitectónico, desde su origen en madera hasta el sistema de dinteles de la tradición clásica en piedra. Todo buen académico sabe que esto no es correcto. De hecho, en lugar de argumentar en favor de una teoría arquitectónica abstracta, lo que Laugier hizo fue un análisis más bien prosaico de los modelos de la arquitectura parisina. Para Laugier, la cabaña primitiva no era más que una referencia a Vitruvio, necesaria para inscribir su ensayo dentro de un determinado género literario: el tratado de arquitectura del siglo XVIII.
Sin embargo, el éxito que el ensayo de Laugier tuvo entre la crítica se debe a la reproducción incesante del maravilloso y seductor grabado que acompaña su segunda edición, y la forma en que se ha leído esta imagen ha sido, desde entonces, mucho más creativa que las lecturas del texto que ilustraba. En este sentido, todo aquel que sabe leer las complejas capas de información simbólica y críptica contenidas en el grabado, sabe también que este puede traicionar la moral del texto.
El ensayo de Pedro Ignacio Alonso “Disparen sobre el artista” elabora sobre la distorsión de ideas arquitectónicas contenidas en la preponderancia del grabado. Su texto revela relaciones insospechadas, capaces de iluminar aspectos desconcertantes de la teoría de la arquitectura, como por ejemplo la inesperada obsesión de Reyner Banham por la cabaña primitiva.
Gozando de su momento de mayor éxito profesional y disfrute personal, nada le podía importar menos a Eisen que Laugier y su tratado; sin embargo hizo una imagen que ha durado más que el texto. Por lo tanto, la historia tiene que ajustar sus cuentas con personas muy distintas a aquellas que usualmente los libros de historia nos enseñan a considerar; el artista terminó siendo más potente y resistente que el escritor. Alonso se ocupa de esta historia de mecenazgo, networking y corrupción (algo totalmente plausible en nuestros días) para reconocer el giro que realiza Banham con tal de dar un origen alternativo a la arquitectura.