El 2 de septiembre de 2015, el mundo entero se conmocionó con la imagen de Aylan Kurdi, un niño sirio de 3 años que apareció ahogado en las costas de Turquía. Junto con su familia y muchos de sus compatriotas, escapaba de la guerra civil en su patria cuando el bote en el que atravesaba el Mediterráneo se hundió. Su viaje hacia un territorio libre de guerras terminó de forma trágica. La imagen de su cuerpo tendido en la playa, mirando al suelo, en el borde entre el mar y la tierra firme, quedó grabada en nuestras memorias para recordarnos que el suelo es más que una mera condición material: es también un constructo abstracto de leyes locales, tratados internacionales, propiedades privadas y valores de mercado que, a pesar de ser invisibles, son tan reales que impulsan flujos de seres humanos –e incluso capitales– en busca de mejores condiciones.
El 31 de enero de 2016, una lamentable recreación de la escena hecha por el artista Ai Wei Wei –quién se fotografió tendido en las costas Lesbos en Grecia mirando al suelo, en la misma posición que Kurdi– no sólo vino a recordarnos la evidente incapacidad del arte para representar estos fenómenos, sino también que la circulación de las imágenes banaliza la reflexión sobre ellas, al punto que hoy parece obsoleto volver a hablar de esta escena.
Pero esta obsolescencia es sólo aparente. Si bien esta imagen ya está archivada como una noticia del año pasado, como material de reflexión aún está fresca, sobre todo en nuestro ámbito. Porque si el campo de conocimientos de la arquitectura incluye el estudio y problematización del suelo, así como la provisión de espacios donde vivir, el que alguien haya perdido la vida tratando de alcanzar un nuevo suelo para vivirla, perfectamente podría convertirse en una preocupación arquitectónica.
Por supuesto que en este número de ARQ no logramos responder todas las interrogantes que deja esta escena. Sin embargo, conscientes de nuestra misión de promover nuevos territorios de conocimiento, nos hemos concentrado en presentar las búsquedas arquitectónicas de nuevos suelos, ya sea en proyectos, ensayos o investigaciones, publicando un abanico de lecturas y problematizaciones sobre un tema que, a pesar de ser antiguo, está muy lejos de estar agotado (extracto editorial).